El 25 de noviembre se conmemora el día contra la violencia de género en todo el mundo. Esta fecha tiene como objetivo sensibilizar y denunciar la violencia que sufren las mujeres en el mundo. Desde 1981, Latinoamérica conmemora cada 25 de noviembre el día contra la violencia de género.
Los movimientos feministas de la región, con una de las tasas más altas de violencia contra la mujer, acuñaron esta fecha en honor a las dominicanas Minerva, Patria y María Teresa Mirabal. Tres hermanas asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por orden del dictador Rafael Leónidas Trujillo, del que eran opositoras.
Años más tarde, en 1999, la ONU se sumó a la jornada reivindicativa. Declaró cada 25 de noviembre Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en honor a las hermanas Mirabal.
«Las mariposas» inspiraron la conmemoración de esta fecha reivindicativa contra la violencia de género
El origen de la conmemoración de este día está relacionado con el asesinato de las hermanas Mirabal, conocidas como “las mariposas”. Las tres activistas dominicanas, que lucharon contra el régimen de Rafael Trujillo, regresaban a casa después de visitar a los maridos de dos de ellas en la cárcel de Puerto Plata cuando agentes del Servicio de Inteligencia Militar del régimen las interceptaron y las golpearon hasta la muerte. Después, colocaron los cuerpos en el coche en el que viajaban y lo arrojaron por un barranco para que pareciera un accidente.
Su asesinato el 25 de noviembre de 1960 convirtió a Patria, Minerva y María Teresa en un símbolo de la lucha contra la violencia de género.
En 1981 se celebró en Bogotá el Primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe. El 25 de noviembre se asignó como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, en memoria de la tres hermanas.
En 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer. La ONU definió esta violencia como “todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico. Incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea en la vida pública o en la vida privada”.